Lecciones del 2020

El 2020 entró como un huracán.  El ventarrón de la pandemia, botó sueños y metas, negocios se derrumbaron y nuestro estado de ánimo colapsó por momentos debido al miedo, confinamiento propio, de nuestros hijos y pareja y la frustración de tener que seguir trabajando y rindiendo como si fuera un año normal.

A pesar de la tormenta y de la dificultad de gestionar equipos de trabajo a distancia, hubieron muchos equipos que florecieron.  Otros no. En una encuesta que le hicimos a decenas de líderes, tuvimos la oportunidad de aprender de las experiencias e identificar los elementos importantes para prosperar.  Hubieron muchos retos, sin embargo, los más mencionados fueron superar el miedo del contagio y gestionar a  los equipos de trabajo a distancia.  Estos son los elementos más importantes para crear una cultura de bienestar organizacional.

1. Confianza
Los equipos que se fortalecieron a pesar de trabajar a distancia fueron aquellos en donde  el líder soltó el control y confió en las habilidades y responsabilidad de los miembros de su equipo.  Inicialmente muchos líderes continuaron con el hábito de micromanagement y sentían la necesidad de saber qué estaba haciendo cada miembro de su equipo en cada momento.  Al no poder verlos, sentían cierta impotencia.  Una vez reconocieron que el teletrabajo sería la forma de trabajar por varios meses decidieron confiar en que cada persona de su equipo era responsable y capaz.  Establecieron nuevos protocolos de trabajo, y fortalecieron la comunicación

2. Comunicación
La comunicación siempre es uno de los elementos más importantes en el desempeño de equipos de alto rendimiento.  Pero ahora se ha vuelto una habilidad fundamental.   El cómo comunicarse efectivamente fue indispensable para fomentar la confianza y obtener los resultados deseados.  Inicialmente muchos líderes se fueron al extremo con la comunicación, buscando (desde la desconfianza) ejercer control en sus equipos.  Esto desgastó no solo al líder sino que también a los miembros del equipo.  Una comunicación eficaz debía ser concisa, consistente, estructurada y fluida sin ser demasiado frecuente.

3. Empatía
La habilidad de los líderes de ponerse en los zapatos de sus colaboradores influyó extraordinariamente en las relaciones con su equipo y en el desempeño del mismo.  Comprender el miedo al contagio, la frustración de trabajar en casa sin tener las herramientas adecuadas, la carga adicional de tener a los hijos estudiando y el desánimo por el confinamiento fue esencial para desarrollar programas y protocolos que abordaran estos temas.  Estuvieron pendientes de las emociones negativas de sus colaboradores y de las propias para gestionarla de forma inmediata.  Ser sensibles a las dificultades de otros crearon lazos más fuertes entre el equipo.

4. Respeto a los horarios
Una de las quejas más frecuentes del teletrabajo ha sido que se borró la línea entre el fin del día laborar y el inicio del día personal.  El horario de trabajo se extendió al tener las herramientas de la oficina en la casa y se trabajó mucho más del día normal.  Esto causo agotamiento mental y físico que tuvo un impacto en la motivación.  Los equipos que prosperaron tuvieron líderes que respetaron horarios y días de descanso, que incluyeron dentro de su día laboral espacios de diversión y convivencia y fomentaron terminar el día en un horario razonable.  Esto resultó en colaboradores descansados, más creativos y más comprometidos.

5. Engagement
Los líderes que tuvieron equipos que florecieron estuvieron pendientes de diseñaron un entorno para incrementar la motivación intrínseca de sus colaboradores.  Redoblaron esfuerzos por asignar tareas de acuerdo a fortalezas y capacidades, fueron flexibles y generosos con las necesidades de su equipo y crearon un ambiente fluido de comunicación de dos vías.

6. Adaptabilidad
Los equipos y las empresas que han prosperado en tiempos de Covid, Son aquellos que se han podido adaptar a este entorno VICA (volátil, incierto, complejo y ambiguo). Son ágiles y están pendientes de los cambios súbitos.  Tiene su estructura, pero no son rígidos.  Responden rápidamente a las necesidades de los colaboradores sin perder de vista los objetivos de la empresa.

Los equipos que no prosperaron y que al contrario se desmoronaron no lograron desarrollar estas habilidades.  Principalmente, no desarrollaron la confianza en su equipo de trabajo, lo cual obstaculizó todos los demás elementos.  Nos podemos dar cuenta que la confianza es un valor indispensable en una organización que quiere fortalecer su cultura organizacional y crecer en este entorno complejo e incierto.

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