El efecto de la pandemia en líderes educativos

Se ha acabado el año escolar y con él muchas de las frustraciones que vivimos los educadores en pandemia.  Y no es que las frustraciones se hayan acabado, solamente están en pausa mientras empieza nuevamente el año escolar.
Quiere saber cuales han sido los retos de los educadores en esta pandemia?  Hemos conducido una encuesta para identificar los desafíos de este año y las necesidades de apoyo de docentes y directivos.

No es sorprendente saber que el 40% de los encuestados sienten que ha sido un reto organizar clases a distancia.   Esto frecuentemente se debe a que a pesar de estar en una situación completamente diferente y en un contexto extraño que requiere otras habilidades, nos hemos empeñado en simplemente adaptar las lecciones en vez de crear un nuevo paradigma.  Desde hace años se sabe que el sistema educativo como está actualmente ya ha caducado, y que para preparar a nuestros alumnos para un mundo rápidamente cambiante, incierto y complejo debemos utilizar nuevas herramientas y métodos que le permitan a los alumnos poder adaptarse con facilidad a este mundo V.I.C.A. (volátil, incierto, complejo y ambiguo).  Y aún así se siguen utilizando los mismos métodos de cátedra que se utilizaban hace más de 200 años con los alumnos de la era industrial.

Otra preocupación de los encuestados tiene que ver con la comunicación.   Más del 70% respondieron que uno de los mayores retos es cómo comunicarse efectivamente.  Por un lado está la necesidad de mantener la atención de los alumnos, sabiendo que no todos tienen el equipo adecuado o el espacio necesario para mantener la concentración..  A eso le agregamos las fallas de la comunicación digital y las carencias personales para comunicarse efectivamente y los hábitos residuales de un sistema anticuado.

En su mayoría, el docente tiene un papel de «conferencista» que vigila y observa el actuar de los estudiantes. Éstos, pasivos, asisten a una especie de conferencia educativa que restringe su posibilidad de interactuar de manera equitativa.  El docente es el principal comunicador del aula. y los cambios se deben centrar en el cómo se produce esa comunicación y transmisión de información a los estudiantes para que estos no sean solamente receptores pasivos.

​Los docentes y directores deben prepararse conscientemente para poderse comunicar efectivamente con alumnos y padres. La comunicación efectiva es la base de la educación.  Hay que dejar a un lado prácticas ineficientes, que aunque nos sean cómodas,   no producen el efecto deseado. Es importante utilizar las mejores técnicas, practicarlas y pedir retroalimentación para ir adquiriendo nuevos hábitos que permitan fomentar una mayor atención por parte de los alumnos a la misma vez que le posibiliten al docente y director una comunicación efectiva con padres, alumnos y colegas.

Estaremos compartiendo los resultados de la encuesta en próximas publicaciones.  Si desea participar, todavía seguimos aceptando respuestas.
forms.gle/qdxR6epXi6sxmTUH6

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